(Pues eso, que ya está bien de vacaciones. Yo también he vuelto ;-)
Regreso
Una noche de invierno y una casa apartada en el barrio obrero de Londres. En el salón, una pareja y su bebé sonríen desde un antiguo marco de plata, cubierto por una cinta negra. En la entrada, una anciana menuda se ajusta sus anteojos para ver mejor al hombre rechoncho que acaba de llamar a la puerta. Luce barba descuidada, la tripa asomando por encima de los leotardos verdes y una mata de pelo rojizo en clara huida hacia la coronilla. En una mano sujeta un farol de luz mortecina y, en la otra, un sombrero verde tocado con una pluma marchita. “Mamá, soy Peter”, anuncia, “he vuelto”.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
7 comentarios:
Buen regreso, muy bien definido. Me gustó.
Un saludo.
Siempre me gustaron los barrios obreros de Londres, los hombres rechonchos y los faroles de luz mortecina...
Muchas gracias chicos!!! (Mar, he borrado tu comentario por error, pero gracias también a ti, qué desastre soy)
Muy bien, maja, que no se diga...
Gracias, guapa! Sigo esperando noticias de lo tuyo ;-)
Tan genial como siempre, Eva! :)
Gracias Asun, qué bien volverte a ver por aquí!! ;-)
Publicar un comentario