Regreso
"Mamá dice que soy demasiado mayor para jugar contigo", susurró el niño al hombre vestido de azul. Éste sacudió la cabeza y apartó la capa a un lado para que el pequeño se sentara junto a él. "Tu madre sólo intenta protegerte", respondió. El niño hizo un mohín de disgusto. "También dice que debo buscarme amigos reales, que tú sólo estás en mi imaginación". El hombre de azul se atusó el bigote, sonriendo. "Eso es porque le has contado lo de mi traje de Superman, hijo". El pequeño se frotó los ojos, tratando de contener el llanto. "Es que no me gustaba el que llevabas en aquella caja, era negro y muy feo. Le pedí a dios que te diese otro cuando volvieras". El hombre trató de acariciar la cabeza de su hijo, pero sus dedos transparentes lo atravesaron sin rozarlo. "No te preocupes", contestó, "a mí me gusta éste".