Desmemoria
Por lo menos, para las mujeres tiene mejor gusto que para la ropa. En cuanto ha esquivado al portero, se ha ido derecho hacia la hija de la duquesa, tan guapa y tan inocente ella, con esa carita blanca de camafeo victoriano. Le daré unos minutos para que se presente y la corteje un poco. Después, lo sacaré discretamente por la puerta de la cocina. Menudo chaqué se ha puesto hoy con el pijama, parece un viejo dandy. El pobre ya no recuerda que sus tiempos han pasado, que es demasiado mayor para vivir de gigoló. Suavemente, le toco en el hombro. “Por fin te encuentro, papá. Vámonos a casa”.
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4 comentarios:
La desmemoria debe ser muy dolorosa no para el que la padece, sino para los que están a su alrededor. Abrazos y feliz año
Hola Eva. Descubrí hoy tu blog y me encantan las cosas que leí. Esa vena misteriosa/macabra/retorcida de alguno de tus microrrelatos es estupenda. Me hace pensar en Silvina Ocampo, en Flannery y en tantas otras maestras del cuento con tintes malvados.
Por cierto, muy chula la ilustración de tu perfil. ¿Es la Blanca Nieves de Ken Wong, no? La ilustración de mi perfin también es de Wong. Yo soy Rapunzel :)
Un saludo.
Ligia: Tienes razón, un beso y feliz año a ti también.
Marta: Muchas gracias y bienvenida!! Sí, yo también soy fan de Ken Wong, sobre todo por sus versiones ilustradas de cuentos clásicos, tan retorcidas como las mías. Espero seguir viéndote por aquí. Un abrazo!!
¡Que tierno,hija!,
¡EL ALZEHIMER!,....ESE DESCONOCIDO, la realidad es mucho mas dura,y tremendamente triste,pero con mucho mucho, muchisimo cariño se va llevando.....mejor.
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