"Era la más dura de su oficio, fría, implacable, acostumbrada a ganar. Sus rivales la temían, sus colegas masculinos querían parecerse a ella, sus jefes barajaban hacerla socia del bufete. Pero todo terminó el día en que la abogada salió llorando al pasillo y, ante la mirada incrédula de la recepcionista, empezó a patalear en el suelo como una niña enrabietada. Mientras, en su despacho, Blancanieves y el príncipe firmaban sin mirarse los papeles del divorcio".
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(Después de leer esto, yo también sentí cierto desencanto, para qué negarlo)
7 comentarios:
Muy bueno, has conseguido hacerme reír...
Un beso
Es que es muy duro pasar por un divorcio,sobre todo de una pareja tan conocida, ja, ja. Besos
me trae a mente algunas preguntas ¿lloraba porque no logró que no se divorcien?, ¿lloraba y se enrabietaba porque la venció otro abogado mejor que ella?, ¿lloraba porque, después de todo, todavía tenía corazón?.....
Preferiría que cada cual lo interpretase a su gusto, pero bueno: mi idea es que toda mujer conserva en un rincón de su memoria la idea del "felices para siempre" de los cuentos infantiles. Puede que sea un concepto equivocado del amor, pero te da esperanzas. Y si Blancanieves se divorcia del príncipe, entonces, ¿qué te queda? ¿Eh, eh? ¡¡Dime!!
Snif...
Muy curioso este texto. Me gustó ;)
Me he dado un paseo por tu blog y me parece muy interesante, tu escritura es fresca y divertida, voy a agregarlo a mis blogs favoritos y te invito a dar una vuelta por el mío, mucho menos divertido pero igual de apasionado por la literatura.
http://felisamorenoortega.blogspot.com/
Un saludo
Felisa
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