La puerta era de color marrón chocolate y un aroma delicioso salía del interior de la casa. Llamaron al timbre. Les abrió una sonriente anciana de aspecto bonachón.
- ¿Qué queréis, pequeñines?
- ¡Truco o trato! -chillaron Hansel y Gretel.
- Trato, por supuesto, pasad a la cocina.
3 comentarios:
Marrón chocolate, eh? Demasiado tentador como para resistirse, mmm!
Como siempre una mirada deliciosa y original a la realidad más fantástica.
halloween desde dentro. Me ha encantado tu blog.
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