- Doctor...
- ¿Sí?
- Vamos a despertar a la paciente número 3.
- Bien.
- Ya sabe que fue criogenizada hace mucho tiempo...
- Sí, pero ya existe un antídoto para el veneno con el que se infectó, ¿cierto?
- Sí, pero... ejem, bueno, hemos pensado en despertarla de la manera menos traumática posible y... y... por eso la hemos trasladado a su antiguo domicilio dentro de su urna criogénica...
- Ajá...
- ... Y creemos que lo mejor es que se persone usted allí para inyectarle el antídoto...
- ¿Yo? ¿Por qué yo?
- Bueno, es usted el médico más guapo de la clínica... Tome.
- ¿Qué es esto? ¿Un disfraz de príncipe?
- Sí, el castillo no está lejos de aquí. Ah, y no se olvide de darle un beso antes de que se despierte del todo. O sospechará...
8 comentarios:
Pero qué bien lo haces, leñe...
Siempre consigues sorprenderme.
Muy ingenioso. Esto te da para un relato.
Después de esto tendré que releerme otra vez mis cuentos clásicos favoritos.
Quizás sea el cuento de ciencia ficción más hermoso que he leído últimamente...aunque el titulado Teoría, el del diplodocus no se le quedaba a la zaga.
Queda como una película montada en torno a la paciente número 3...un rollo "Show de Truman", pero en su versión más fantasiosa, la tuya, claro.
Te superas cada día! Enhorabuena y sigue escribiendo tan bien!
Menudo "muerto" que le endosaron al doctor..jajajjaj..espero que el susodicho no tubiera pareja, porque si no el despertar de la paciente iva a ser, de todas formas, traumatico.
Me gustan tus cuentos mas que los tradicionales.
Un cuento dentro de otro...
Siempre había pensado
que no resistiría un despertar como el que tantas veces
le había contado su madre,
al lado de la cama.
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