Paradoja

Aquel niño era yo. Por fin. La máquina del tiempo funcionaba. Cuando le agarré del brazo, sus ojos –mis ojos– se abrieron asustados. “No temas”, susurré, “y escucha. Tienes que pedir ayuda, un desconocido va a matar a tus padres”. De un tirón liberó su brazo y huyó de mí, alejándose calle abajo. Era mi turno. Al acercarme a la casa se oyeron gritos. La voz de papá. Un disparo. Corrí hacia la puerta y caí de bruces. Había sangre en el suelo, una pistola y ella, mamá, el camisón desgarrado, una mancha púrpura creciéndole en el pecho. Papá la miraba sollozando desde el sillón. Tragué saliva. “Fuiste tú”, susurré. Él gemía y negaba con la cabeza. “Yo no... yo... ella...”. “Cómo pudiste”, dije agarrando la pistola. Su pecho enorme se estremeció. Ni siquiera me preguntó quién era. Vi un destello de conocimiento en sus ojos, tal vez, antes de recibir la bala. Y entonces oí las sirenas. Varios agentes rodeaban la casa. El niño –yo– me apuntaba con el dedo. Y la última pieza encajaba, por fin, en su lugar.

13 comentarios:

esaotra dijo...

Me ha dado un escalofrio al leerlo. De veras. Es perfecto. Enhorabuena.

George dijo...

a mi me encantan las paradojas !!
saludos y muy bueno el texto

Ligia dijo...

Curiosa paradoja...

Felisa Moreno dijo...

Un micro impactante.
Muy bueno

I´m not suspicious dijo...

Joe... Cuando empezaras a escribir el libro???

Hasta tus primos lejanos te leen!! Por cierto, ciando t conectes te comento lo de la cena...

alkerme dijo...

Chica, chica...

Besos

Unknown dijo...

Me encantan las paradojas temporales.

A menudo, el ser humano alcanza su destino intentando evitarlo... (no recuerdo dónde escuché esta frase).

Maine dijo...

Mmmm... se te han quedado los hilos un tanto flojos esta vez, y los cabos sueltos, si me permites. Éste no me ha impactado tanto como otros, quizá le faltaba una vuelta.

Eva dijo...

Hola Maine!
Lo que me hace falta es resucitar a mis neuronas después del último año, ¡este máster me las ha dejado resecas!! Ains :-S

Maine dijo...

¡Ahora lo entiendo todo, querida! ¡Los másters son lo más anti literario que existe! ;)

Miguel González Aranda dijo...

Me ha gustado este micro-relato.

Un saludo

Ángel Vela dijo...

Un microrelato brioso. Corre bien, aunque se veía un poco venir deja buen sabor de boca.

Nos leemos ;)

Anónimo dijo...

Casualidad o no, ahora mismo estoy leyendo un libro sobre viajes en el tiempo. Ayer te vi, y ahora entro aquí y me encuentro este magnífico relato.
Como fan de la ciencia ficción, babeo de gusto.