Jefe

“¿Quiere saber una cosa curiosa? Una vez, cuando tenía seis años, me dio por coleccionar barbies. Llegué a tener siete. Me gustaba peinarlas y ponerles vestidos bonitos, incluso elegía el color de la ropa según el tono de sus cabellos: rubia-rosa, morena-verde, pelirroja-azul… Luego las ponía en fila y las contemplaba una por una durante horas, fascinado. Las colocaba en lugares estratégicos de mi habitación, de manera que siempre pudiera verlas, y ellas me rodeasen a mí. Mis hermanos mayores se burlaban y me tomaban el pelo, me llamaban mariquita y esas cosas, pero no me importaba. Me gustaba mirarlas porque me encantaba la perfección de sus rostros, sus labios tan brillantes y bien dibujados, los ojos rasgados y sombreados de azul, o de malva, los cuerpos de curvas perfectas… Una vez, cuando estaba ya en la universidad, oí una noticia acerca de un estudio morfométrico, o algo así, que decía que si Barbie fuera una mujer real, sería monstruosa, pero creo que todo eso son tonterías científicas. Yo, ya le digo, me pasé seis meses seguidos jugando todo el día con mis barbies, tan bonitas… aunque reconozco que la que más me gustaba era la rubia, con aquella melena tan sedosa, casi blanca. Un día, al cabo de aquellos seis meses, me desperté y fue como si el encantamiento se hubiera roto. Miré a mi ejército de barbies y me parecieron todas igual de anodinas. Sus sonrisas me resultaron falsas, artificiales, como garabatos sobre un cascarón vacío. No entendía qué podía haber visto en ellas, así que las guardé en una caja y no volví a acordarme de este episodio, hasta hoy… Se estará preguntando, Carmen, por qué le cuento todo esto. Bien, verá, la cuestión es que hoy concluye su período de prueba. Está despedida”.

12 comentarios:

Martha dijo...

... Pues a mí me gusta lo del giro en el final de los relatos... digan lo que digan!

Ligia dijo...

A mí me encantó, Eva. Ya yo me estaba imaginando mil cosas distintas, pero nunca el final que le pusiste. Un abrazo

alkerme dijo...

Gracias Eva, siempre me sorprendes, me dejas perpleja.

Saludos

Saya Otonashi dijo...

Hola!
Saltando de blog en blog encontré el tuyo, y me quedo. Me ha encantado el giro del final. Incluso he visualizado la situación como en una película...
Nos vamos leyendo, saludos!

Anónimo dijo...

Nos parecio muy bueno tu blog e interesante el post. Queremos invitarte a que formes parte de nuestro directorio gratuito y dar a conocer el BLOG y los articulos que estan en ella. Animate!! Da de alta tu blog visita directorioblogweb exitos un saludo!

Doctor dijo...

Yo le despediría también... :)

Saludos de un crítico indecente... :)

Poesia dijo...

Buenas letras, buen blog enfin.
Me pasé por tu blog por sorpresa.
Un saludo

A N A D O U N I dijo...

Pues a mí las barbies me parece que están mu buenas. Y seré superficial, pero quise ser Ken y me quedé en Anado, que no tiene nada que ver, que es muchísimo peor.

Un abrazo.

Doctor dijo...

Mi crítica no fue tan mala... ¡actualiza! :)

Para escribir hay que darle leña al mono... :)

Anónimo dijo...

¿Para cuando el libro?

Doctor dijo...

Me presento voluntario para transcribir notas... :):):)

Martha dijo...

Venga, yo también voy a dar cañita: ¿para cuándo el libro?