Té en Sevilla

En la Taberna del Gallo, refugio de proscritos y maleantes, se hizo el silencio al entrar Don Juan Tenorio, azote de honras y seductor incansable de novicias y cortesanas. Se encaminó hacia una mesa con porte garboso, una mano sobre la espada, la otra atusándose el mostacho. Tras él iba su inseparable criado Ciutti, un italiano enclenque de ojos negros. El tabernero sirvió vino, pero Don Juan le detuvo: “Tráeme té”, pidió altanero. El escándalo estalló. Algunos desenvainaron. Don Juan no se hizo esperar. Pero, antes del combate, acarició dulcemente la mano de Ciutti y susurró: “Ahora vuelvo, vida mía”.

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(Feliz Día del Orgullo Gay, jeje ;-)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja, muy bueno.

Anónimo dijo...

Juasjuasjuasjuasjuasquébueno!!!!!!!

Feliz día del orgullo gay, aunque fuera ayer!

Ligia dijo...

¡Qué original!
Saludos