Mi cerebro y yo

Hoy no me apetece escribir un cuento.
Me apetece contaros una realidad mucho más interesante…
Ayer descubrí cuatro cosas.
Bueno, me las enseñaron…
La primera es que los humanos tenemos cuatro cerebros en uno.
El primero es el reptiliano, que se ocupa de nuestra supervivencia.
El segundo es el emocional; el tercero, el racional.
El cuarto, bueno, lo llaman el espiritual, pero no se ocupa de la religión, es más bien… nuestro lado intuitivo. Nos dice cosas…
Se sabe que si una persona gravemente enferma sueña con un ser querido o un pariente fallecido en el pasado, morirá antes de dos días…
Si a un niño menor de seis años muy enfermo le preguntas “¿Cuándo te vas?” y te contesta “el jueves por la noche”, morirá ese día señalado.
Si nuestro cerebro es capaz de intuir claramente cuándo vamos a morir, ¿es tan difícil creer que puede intuir otras cosas? ¿Qué nos va a pasar? ¿Cuándo algo va a salir mal?
Si nuestro cerebro puede intuir el peligro, ¿también puede intuir cuándo la felicidad nos acecha?
Uh, no puedo dejar de darle vueltas…

13 comentarios:

Ligia dijo...

Hola, Eva: Yo creo que aunque podamos intuir el peligro y acaso la felicidad, nuestro cerebro no actúa siempre de forma que podamos evitar el primero y agarrarnos a la segunda cada vez que queramos. Si fuera tan fácil, no habría gente tan desgraciada en el mundo y existiría mucha más gente feliz ¿no crees?
Pero muy bien. Sigue escribiendo, no importa que sean cuentos o pensamientos. Todo me gusta.

Anónimo dijo...

Los dones premonitorios residen en todos nosotros, en mayor o menor grado, como una herencia ancestral.
Ese cuarto cerebro que comentas está relacionado con nuestro subconsciente que mantiene otro tipo de relación con respecto al espacio y al tiempo que nuestra conciencia, y es capaz de mirar al pasado, presente y futuro "desde fuera". Yo le llamo Guía Interior y siempre está contigo, porque forma parte de ti. No puedes destruir esta conexión, pero sí puedes ignorarla. La mayoría de personas, además, hemos olvidado cómo acceder a ella. Por ello confiamos sólo en nuestra mente consciente y nos olvidamos de mirar más adentro. Así que si eres capaz de conectar con tu Guía, serás capaz de intuir el peligro o cuando la felicidad te acecha entre otras muchas cosas...

:-)

Anónimo dijo...

Los marineros de alta mar cuentan que cuando una rata del barco se planta por la noche ante tu litera y se queda quietam izada sobre sus patas traseras y con la vista fija en ti, es que te vas a morir al día siguiente. ¿Podríamos aplicarle también las cualidades de nuestro lado intuitivo del cerebro?. Supongo que será una especie de mecánica genética que nos permite advertir el peligro inmediato, o algo así.
Un saludo.

Eva dijo...

Supongo que tendríamos que distinguir entre intuición y superstición... Pero el caso es que el psicólogo que dio la conferencia donde escuché todo esto (para que veais que no ando leyendo libros de autoayuda ni cosas raras;-) dijo que cuando tomamos decisiones escuchando a la razón y desoímos al corazón, la mayoría de las veces nos arrepentimos... Yo empiezo a creer en esa teoría del Guía Interior que menciona Elarte (bienvenid@, por cierto :-)
En fin, tranquilos, que después de este "break" de espiritualismo volveré con mis historias, como siempre... ;-)

lila dit ça dijo...

bueno, pues será cosa de hacerle un poco más de caso a ese cuarto cerebro. por cierto si este cuarto cerebro nos avisa de estas cosas ¿en que se diferencia del reptiliano?

lila dit ça dijo...

por cierto muy chulo tu blog que he estado dando una vueltita por el.
hasta pronto

Eva dijo...

Hola Lila!! (o debería decir Xavi??)
Bienvenido!!
Bueno pues, por lo que sé, el cerebro reptiliano sólo se ocupa de garantizar tu supervivencia al nivel más básico. Quiero decir que es el que se encarga de que te levantes con una resaca de muerte cuando te pasas con el alcohol el fin de semana, o te provoca un gran cansancio cuando no duermes lo suficiente. Se ocupa de pararte los pies cuando tu ritmo de vida te está resultando perjudicial, pero no tiene nada que ver con lo intuitivo o lo emocional...
:-)

Anónimo dijo...

jaja iba a decirte que lila era mi n ombre de guerra pero va a quedar un poco asi de aquella manera.

ya me quedo claro lo del cerebro de lagartija.

me ha encantado el relatito de "un minuto antes" muy muy bueno

Txe Peligro dijo...

"se sabe que..." cómo que se sabe? lo que se sabe es que los sueños no son predictivos, sino fantasías de consecución de deseos, para Freud; o representación de mitos del inconsciente colectivo, según Jung,siendo cada personaje de tu sueño la representación de un arquetipo innato.

y así muchas más..

vamos, eso "se sabe..."

saluditos :)

Eva dijo...

En realidad he puesto "se sabe", porque lo de los sueños se ha comprobado en una investigación que citaron en la famosa conferencia de Emilio Duró a la que asistí, sólo que éste hablaba tan rápido que no fui capaz de pillar el nombre de la autora, una tal doctora nosecuántos. No es que me lo haya sacado de la manga, ni nada ;-)
Pero bueno, la verdad es que yo tenía la misma concepción de los sueños que tú hasta que me he enteré de estos datos, de ahí que me haya rayado tanto, claro...

Saluditos a ti también :-)

Anónimo dijo...

Buff, estos comentarios son demasiado intelectales para mis cuatro cerebros a estas horas...

Anónimo dijo...

Intelectuales, no intelectales...

Ves lo que yo digo, no funcionan bien ninguno de ellos...

Anónimo dijo...

Mi madre no estaba enferma.
Ambos creemos en la Virgen
María Rosa Mística.
Cuando nos consagramos,
entre las promesas de la virgen,
estaba avisarle a uno 1 mes antes
de la muerte para prepararse.
Fue simple: Soñé que mi madre
formaba fila para subir a un bus
blanco perfecto. Jamás he visto,
ni vuelto a ver un blanco más perfecto. Ella estaba de segunda.
Cuando la indagué me dijo que estaba en la fila porque iva al hospital.
1 mes después, el 6 de septiembre,
murío.
Quizá sea casualidad, la verdad
no lo sé.